La planta de cannabis sativa o de cáñamo cuenta con múltiples cannabinoides integrados. Sin embargo, dentro de los múltiples cannabinoides, hay unos más notorios que otros. Entre los más notorios se encuentran el CBD (cannabidiol) y el THC (tetrahidrocannabinol). Este último es un compuesto psicotrópico, compuesto que determina la legalidad o ilegalidad de los productos que tengan compuestos de la planta de cannabis, y es el que causa sensaciones de euforia o mareo en el consumidor. En cambio, el CBD tiene la fama de ser el responsable de las sensaciones de tranquilidad y relajación.

 

El compuesto CBD se deriva de la planta del cannabis y es comúnmente utilizado como suplemento alimenticio. Este es totalmente orgánico. El mismo no tiene implicaciones adversas para las personas que lo utilizan, para terceros ni para el ecosistema. El CBD es extraído de la flor de cáñamo, fuente principal de extracción de este compuesto. La normativa actualmente establece que los productos elaborados o extraídos del cannabis tienen que tener menos del 2% de THC.

 

Este, al ser este un compuesto natural interactúan de forma segura en los órganos del cuerpo humano. El uso del CBD cannabinoide es bastante variado, existen varios tipos y concentraciones distintas. Su accesibilidad gira en torno a la fama ‘’no psicotrópica’’ por lo que no provoca cambios en el estado de ánimo, el comportamiento o la percepción. Esto ha hecho que los productos derivados del CBD sean de los más notorios y seguros actualmente en el mercado.

 

En términos generales, cuando de la planta de cannabis y los productos que se derivan de ella se habla, se hacen diferencias amplias en cuanto a los efectos del CBD  y el THC. Es decir, en este tema se tiende a posicionar al compuesto CBD como una de las opciones más seguras para el consumidor por sus atribuciones ‘’no psicoactivas’’. Pero, ¿esto es totalmente cierto?

 

 

Psicotrópico y psicoactivo

 

En este punto, para comprender los efectos de cada uno de los cannabinoides que contienen la planta de cannabis hay que señalar una diferencia clara y precisa en referencia a los conceptos para definir los efectos de unos y otros. En este caso más que todo al efecto del CBD el THC.

 

Esto lo que significa es que no podemos obviar las palabras ‘’psicoactivo’’, ‘’no psicoactivo’’ y psicotrópico. El asunto está en comprender que tanto psicoactivo como psicotrópico es el cómo unos elementos químico transforma la forma de sentir y de pensar de quien consume estos compuestos. Por lo que el efecto del CBD en quien lo consume podría resumirse en una diferencia muy delicada entre estos dos conceptos.

 

Los compuestos catalogados como psicotrópicos son aquellos que pueden afectar el estado mental de las personas. Esto quiere decir que afectan el estado psicológico y los sentidos de la realidad o la percepción de quien lo consume. Sin embargo, es cierto también que existen multiplicidad de medicamentos totalmente legales recetados por médicos que pueden tener el mismo efecto. En cambio, los compuestos catalogados como psicoactivos son aquellos que pueden afectar tu cerebro pero de otra forma. No cambia los estados de ánimo ni el sentido de la realidad. Las sustancias psicoactivas son más comunes de lo que podemos imaginar. Estos los consumimos en una rica y variedad de alimentos comunes como por ejemplo, el chocolate (comúnmente el negro) o la cafeína del café, entre otros. El chocolate tiene la capacidad de reducir la tensión, por lo que se convierte en un compuesto psicoactivo.

 

Esto se entiende cuando se identifican muchísimos alimentos con los estados de bienestar y relajación de la mente y el cuerpo. Incluso, en acciones tan sencillas como las snesaciones de sentirse bien posteriormente al terminar de comer, de comerse un postre bien sabroso o las sensaciones generalizadas de bienestar después de prácticar el sexo. El CBD puede tener efectos parecidos o cercanos. Esto se debe, en principio, a su relación con la liberalización de serotonina en el organismo.

 

 

El CBD, ¿es psicoactivo?

 

Anteriormente hemos visto las diferencias entre los compuestos psicotrópicos (los que alteran los estados de ánimo, psicológicos, el comportamiento, etcétera) y los psicoactivos. Estos últimos alteran o cambian la mente por no de la misma forma. Vimos además ejemplos como el chocolate o la cafeína que ilustran mejor estas diferencias.

 

Ahora bien, el CBD como compuesto extraido de la flor de cáñamo tiene efectos psicacivos como los podría tener el chocloate negro, la cafeína, la teína y muchos otros alimentos que consumimos diariamente con regularidad.

 

El CBD comparte con muchos otros alimentos comunes que activan los receptores de la serotonina. Este es un importantísimo químico neurotransmisor que produce el cuerpo humano de forma natural. Está vinculado a la regulación de los estados de ánimo, el apetito, el sueño, la memoria, el deseo, comportamiento social, la digestión y la sexualidad. Esto explica en parte la importancia del CBD como estimulante y activador de los receptores de serotonina y en las sensaciones de relajación a los cuales se le identifica.

 

Las diferencias de los cannabinoides está en los efectos y los estímulos que cada uno produce. El THC es un elemento psicotrópico que actúa en el sistema nervioso central por lo que puede afectar o alterar la percepción, el comportamiento, estado de ánimo, conciencia o directamente desarrollar estados de paranoia. este entre los elementos más nocivos del THC. En cambio, el CBD es el principal cannabinoide no psicotrópico y de ahí su gran importancia terapéutica para aliviar un sinnúmero de situaciones crónicas vinculadas a la salud física y mental de quienes lo consumen de una u otra forma.

 

En referencia a las últimas investigaciones clínicas que se han realizado, el CBD puede considerarse una sustancia psicoactiva, aunque aún no se sabe al 100% todas sus posibilidades como componente psicoactivo. Este, como el chocolate o la cafeína pueden ser de utilidad o pueden impactar de forma positiva en el cerebro humano de forma positiva. Sin embargo, como todo producto cuando es utilizado de forma responsable sin excesos. Una sustancia que puede aparecer como buena para la salud, en exceso puede acarrear otros problemas a corto o largo plazo.

 

Es en este contexto que en un mercado productivo en crecimiento de productos derivados de la planta de cannabis o la flor de cáñamo, el CBD tiene muchísimas posibilidades de convertirse en una alternativa para luchar contra cuestiones tan serias como los trastornos de ansiedad o estados de ánimos.

 

 

Propiedades del CBD

 

Estudios clínicos demuestran que el CBD tiene muchísimos beneficios y ventajas que pueden amoldarse a las necesidades terapéuticas del consumidor ayudando como paliativo y como mitigador de diversidad de molestias físicas y psicológicas por sus características psicoactivas positivas. Esto ha hecho que en los últimos años los productos derivados del CBD se hayan convertido en uno de los más solicitados en este mercado.

 

Este componente tiene varios efectos en el ser humano. Por lo que todos los productos con el componente CBD funciona como un antidepresivo, antioxidante, neuroprotector, antiinflamatorio, mitiga los dolores musculares y del cual se pueden obtener ventajas neurológicas, calma trastornos de ansiedad, reduce los riesgos de bloqueo de arterias, actúa como neuroprotector, promueve el crecimiento y protección de los huesos. Otros problemas de salud más específicos en los cuales el CBD puede ayudar son la epilepsia, depresión, trastornos de ansiedad, esquizofrenia y enfermedades degenerativas de la memoria como el alzheimer funcionando como un neuroprotector. Además, este es eficaz en reducir las posibilidades de que en el cuerpo se generen tumores cancerígenos. Este puede tener la función de limitar el avance de estas células cancerígenas y su migración a otras partes del cuerpo, entre otras. También puede ser muy eficaz para contrarrestar las náuseas, vómitos y dolores crónicos que pueden aparecer como las secuelas del proceso de quimioterapia, los cuales pueden ser muy molestos. El CBD contiene además, vitaminas, proteínas y minerales.

 

En los últimos años todos los productos con CBD se han vuelto muy notorios porque se ha comprobado que estos son seguros para la salud humana y que esto incide directamente en el bienestar de quienes por una u otra razón han comenzado a consumir productos elaborados con CBD. Sus llamativas cualidades orgánicas y sus estupendos resultados terapéuticos han hecho de todos los productos de CBD una opción realista para mitigar problemas de salud crónicos, que medicamentos comunes no son capaces de resolver.

 

El CBD tiene la capacidad de disminuir los efectos psicotrópicos del THC o los elementos más nocivos que pudieran tener el THC en algunos consumidores. Esto quiere decir que los cambios de ánimo, comportamiento, euforia, distorsión de las sensaciones de la realidad, efectos posibles en trastornos de la memoria, paranoia o descontrol corporal, atribuidos al THC, son contrarrestados por los elementos psicoactivos del CBD. En este sentido, con los productos de CBD el consumidor podrá seguir con su día a día en lo cotidiano ya que este no tiene efectos adversos en las rutinas diarias mientras que funciona a la vez como paliativo de dolores crónicos y terapéutico, y como estímulo de serotonina y la generalización de un estado de bienestar físico y mental.